Armagerock 2019: En Grande
Las cosas por su nombre: la 4ta edición del festival Armagerock da cuenta del trabajo duro con que el Rock chileno se mueve en esta angosta y larga faja de tierra, donde hacer Rock es una odisea y, a la vez, un canal de expresión necesario ante los problemas cotidianos con los que solemos lidiar 24/7. Y ese trabajo duro es el que rinde frutos, con el público respondiendo a la altura y el Rock nacional desplegando sus credenciales de ayer y hoy, superando en gran parte las barreras generacionales en favor de un contexto local tan perenne como preocupante para el ciudadano común. Sí, el mismo que ve en la música que nos gusta una forma de escape y, sobretodo, protesta contra la injusticia social y otros males propios de este país.
A eso de las 18 horas, y con un público que ingresaba de a poco a la Casa de la Cultura en La Pintana, los fuegos se abrieron con el Heavy Metal de Posesión, agrupación ganadora del concurso "Talento Crudo" y representante de diga comuna. Profesando un Heavy directo y muy en la vena de los próceres de los '80 -un cantante despachándose agudos al estilo de Geoff Tate, ¡casi nada!-bastó con un breve pero contundente set para demostrar de qué están hechos, con "Anticristo", "Fe y Coraje" y "Maldita Fe" resaltando como ejemplos de una propuesta que ataca y se defiende a la vez, sin transar un ápice de sus principios. De frente, firmes a sus ideas y sin pelos en la lengua, Posesión no solo inauguró una nueva edición de Armagerock: también nos dio una breve cátedra de Heavy Metal forjado en la calle, golpeando y derribando toda puerta existente y por haber.
Del Heavy de viejo cuño pasamos al Power Metal a través de un exponente local que acaba de iniciar un nuevo ciclo y con sangre renovada. Steelrage, un nombre obligatorio en el Metal nacional desde hace más de 15 años, se para en el escenario para desatar toda su ira desde el electrizante comienzo con "We'll Never Give Up". Resulta grato cómo el combo liderado por el cantante Jaime Contreras nos brinda clases de Metal con vocación épica, construyendo su propio universo sin alejarse de la realidad y dejando en claro el excelente estado de salud del que goza una de las bandas referentes del género. Espectáculo completo y rutilante, el cual incluyó la participación de la cantante Evita Murgas en "No More Excuses" y "Double Life", además de permitirnos apreciar la clase con que las guitarras de Patricio Solar y Mauro Valencia conforman una dupla de temer y disfrutar. Steelrage despunta con clase en vivo y aquello debemos considerar como una señal del futuro esplendor en su regreso a las canchas.
La sorpresa que significó el reciente LP "Reacciona" durante la temporada pasada, se tradujo en un invitado estelar cuya propuesta puede hacernos bailar y, a la vez, prepararnos para enfrentar al verdadero enemigo. Eso es Chocloneta en vivo y en estudio, un distintivo en que convergen los sonidos latinos y la vibra puñetera del Rock y el Metal, apuntando siempre a la corrupta autoridad. "La Marca", "Funa", "Resisto", "Mapu"... todos bombazos de música furiosa, la furia de un continente que invita a mover el cuerpo a su ritmo sin que nada ni nadie pueda impedirlo. He ahí la idea de lo que debe ser un acto en vivo: traspasar el fuego del estudio al ritual como un acuerdo de votos entre una agrupación que navega en conjunto hacia un mismo objetivo, y un público que ve en la música la más letal de las armas cuando se trata de expresar el descontento ciudadano. Chocloneta en tu cabeza, en tu cara, en tu estómago... un golpe de energía necesario en estos tiempos de confusión y odio.
Lo de Polímetro es un caso especial y digno de resaltar. Primero porque su participación en la edición pasada se canceló a última hora por razones de fuerza mayor, y la invitación al certamen de este año da cuenta del honor que significa para ellos. Y segundo, y lo más importante: la convocatoria que generan desde sus inicios hace casi dos décadas, propia de una agrupación fundamental en el desarrollo del Metal progresivo a nivel local. Cuestión de apreciar el set interpretado, donde "Luz y Sombra", "Instru Mental", "Despertar", "Todos Morirán", "Inferno" y "Episodios" se coronan en vivo como clásicos de toda una vida frente a una fanaticada que se hace sentir con todo su peso. Sin medias tintas, dejándolo todo en el escenario y, a la vez, ofreciendo una clínica de distinción y virtuosismo al servicio de la música, conformando un espectáculo que sólo la experiencia y el trabajo son capaces de forjar con solidez.
Progresivos y complejos en toda su regla, con el buen gusto y la dinámica de la música construyendo una muralla sonora que se muestra imponente e hipnótica. Eso es Polímetro, una institución que se mantiene en la brecha en base a sus propias armas y goleando con la clase de los grandes.
Ya que hablamos de honores, aquella palabra debe ser solo una de las tantas respecto a la participación de Recrucide, por lejos los máximos embajadores del Metal chileno en el mundo en la actualidad. Desde el estallido atómico con "Art Of Crime" somos testigos de la máquina infernal que hace y deshace a gusto, haciendo de la brutalidad una cualidad acorde a la creatividad de su firma, como pudimos apreciar en su más reciente LP "The Cycle" (2017). "God Didn't","Disowned", "Spiral" y "Death Confesion" se mueven con precisión milimétrica en terrenos extremos, al igual que la versión de "Mambo de Machaguay", original de Los Jaivas y ejecutada con la efectividad propia de una AK-47.
Ni el pequeño traspié provocado por la falla en una guitarra logró empañar un centímetro de lo que significa Recrucide en vivo: firmeza inquebrantable en sus principios y orientación hacia otras dimensiones dentro de sus propios dominios. Y si acaso hay dudas respecto a la importancia de Armagerock como EL festival de Rock chileno durante la segunda mitad de la década, toda duda queda disipada en un santiamén.
El broche de oro tenía que ser una leyenda suprema del Rock local. Emblema supremo del Hardcore-Punk chileno desde hace más de un cuarto de siglo, Fiskales Ad-Hok salió al escenario haciendo su trabajo como debe ser: un set repleto de clásicos que se mantiene más vigentes que nunca. Con el entrañable Álvaro España a la cabeza, no hay barrera generacional que merme la potencia asesina con que la música echa abajo el recinto en un abrir y cerrar de ojos, como sucede a partir de la inicial "Incoherencias". "Caldo 'e Caeza", "No Estar Aquí", Odio", "Al Puerto", "Microtráfico", "Fiesta", "Cóndor", "La Mancha del Jaguar", todos himnos que prevalecen más vigentes e incendiarios que nunca.
Una hora bastó al quinteto para recordarnos esa premisa que solo los de verdad saben aplicar perfectamente: los clásicos rigen. Porque si para los prejuiciosos parece un ejercicio de "nostalgia", la realidad que la trascendencia del repertorio de Fiskales, reiteramos, supera cualquier época o contexto respecto a la aparición de obras magnas como "Traga" (1995) o "Fiesta" (1998), dejando en manifiesto que el título de 'clásicos' se lo ganaron por mérito propio. Por otro lado, y respecto al desarrollo del Rock chileno en un país tan ingrato con sus hijos, la icónica versión de "Resistiré" -original de El Dúo Dinámico- resume todo lo mencionado y más, levantándose, una vez más, como grito de guerra y 'Declaración de Principios', al hueso y echando fuego por doquier. Mención aparte para "El Canto", adelanto de lo que será su primer largaduración más de una década y cuya recepción por parte del público augura algo grande en el futuro cercano. De esta forma, queda demostrado que Fiskales es pasado, presente y futuro de un pensamiento que vive y muere en su ley. Como tiene que ser, aquí y 'en la quebrá' del ají'.
En poco más de seis horas de música, el Rock chileno independiente se paró y miró de frente al ciudadano común que madruga todos los días para sobrevivir y mantener a los suyos, al mismo tiempo que hace del arte una forma de protesta inteligente y honesta. Y en estos tiempos en que la desinformación y la apatía parecen oscurecer el panorama, Armagerock se consolida como una iniciativa hecha realidad contra viento y marea, una necesidad en favor de la cultura y la educación para una mayoría que ve en la música el reflejo de una realidad cotidiana cada vez más insoportable. ¿Próxima edición? A pensar y trabajar en grande, como siempre ha sido, es y será. Amén.